28 septiembre 2007

¡¡Alegría en el hospital!!


Lucía Olivieri, Isabel Malaret, Victoria Ruiz Nyborg y María Harismendy son alumnas de 4º año del colegio Moorlands de Pilar, Buenos Aires. Todos los jueves se encuentran en el Hospital Universitario Austral para visitar a los chicos internados en el piso pediátrico. “No hay un jueves que no tengamos ganas de ir al hospital”, confiesa una de ellas.
Van con el objetivo de entretener a los niños que pasan la mayor parte del día solos en su habitación. Llevan juegos preparados, obras de títeres, festejan los cumpleaños, armaron una biblioteca de videos, y de esta manera logran reunir a un grupo de chicos para que se interrelacionen entre sí.
“Eso sí, la higiene exigida por el hospital se cuida al máximo”, explica una. Deben tener mucho cuidado en la ropa y juegos que usan para entretener a los chicos. Incluso a veces tienen que usar barbijo.
“Nosotras nos proponemos no sólo acompañarlos ese día que vamos, sino ayudarlos para su futuro”, dice Lucía. Había una chiquita, por ejemplo, que se mostraba hostil con todas las visitas. La mamá les contó que le gustaban mucho las mariposas y para la semana siguiente, las chicas prepararon mariposas y otros insectos con mostacillas de colores para jugar con ellos. Esto hizo que, poco a poco, la niña entre en confianza con ellas y se animó a participar de las demás actividades con los otros chicos.
Los padres se ven especialmente afectados por la enfermedad de un hijo. No sólo ven a su hijo sufrir, sino que pasan todo el día acompañándolos, y esto modifica sus vidas radicalmente. Dejan de lado muchos compromisos y no encuentran hueco para distraerse o descansar un poco. Cuando ellas van los jueves los padres están con más tiempo para leer, hacer un trámite, e incluso pueden relacionarse con otros padres que están en situaciones similares.

Todas coincidieron en que ir al hospital de visita es “ir a que te ayuden a vos; nunca crecimos tanto como con esta experiencia”.